Hoy voy a hablar del hojaldre. Esta deliciosa masa, crujiente y fina nos ofrece infinidad de posibilidades en la cocina. Podemos tomarla para desayunar, en la merienda, se puede servir fría o caliente, dulce o salada y la podemos conjugar con multitud de sabores. Está compuesta por múltiples capas muy finas superpuestas y se elabora con agua, harina, alguna grasa (mantequilla, manteca) y sal. Podemos elaborarla nosotros mismos o comprarla ya hecha. Lo interesante de esta masa es que podemos preparar una gran cantidad de platos de manera tan sencilla que le parecerá fácil hasta al menos experimentado en cocina. Si quieres que tu masa de hojaldre quede en su punto te sugiero una serie de cosas que has de tener en cuenta:
- Pon las manos bajo el grifo de agua fría unos minutos antes de ponerte con las manos en la masa.
- Observa que el envase de hojaldre congelaso está perfectamente cerrado y sin señales de humedad.
- Las planchas de hojardre deben tener la superficie lisa, de color claro y uniforme y no debe estar cuarteada.
Descongélalo, extendiendo las planchas sobre la mesa de la cocina durante unos quince minutos.
- Enharina la masa, rodillo y manos con harina para hojaldre salado y con azúcar glas para el dulce.
- Extiéndela presionando uniformemente con el rodillo desde el centro hasta los bordes.
- Los bordes externos nunca deben quedar ondulados, señal de que se ha presionado de forma desigual.
- No amases los sobrantes de la masa de hojaldre, colócalos uno sobre otro.
- Pínchalo si quieres que se cueza, pero que no suba.
-Píntalo con huevo batido para que tome un bonito color dorado.
- Calienta el horno a 250 ºC 15 minutos antes de hornearlo.
- No se debe abrir el horno durante la cocción.
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